Crear y alimentar una cultura organizativa sólida es esencial para el éxito. La cultura afecta a todo, desde las operaciones diarias hasta las decisiones estratégicas de alto nivel. Puede dejar su huella en la identidad de la marca, el compromiso de los empleados, las tasas de retención y mucho más. La cultura organizativa nunca es estática. Evoluciona constantemente en respuesta a los cambios del sector, los nuevos líderes, los cambios demográficos y otros factores internos y externos. Y corresponde a Recursos Humanos (RRHH) guiar esa evolución. He aquí algunas formas en que el equipo de RR.HH. puede construir y fomentar una cultura organizativa fuerte e innovadora: 1. Establecer el tono desde arriba. Los líderes de una organización deben comprometerse a cultivar una cultura corporativa sólida y deben marcar la pauta desde arriba. Deben ser modelos de los comportamientos que quieren ver en sus empleados. También deben asegurarse de que todos en la empresa entienden la cultura y las expectativas de la organización. 2. 2. Fomentar el compromiso de los empleados. Los trabajadores comprometidos con su trabajo tienen más probabilidades de ser productivos y de