Cuando los nuevos empleados se incorporan a una organización, esperan convertirse en parte integrante del equipo lo antes posible. Sin embargo, lo que experimentan en los primeros días y semanas puede hacer o deshacer su éxito futuro. Ahí es donde entra en juego la orientación: ayuda a la organización a retener a los empleados y a mantener el talento clave. El programa de orientación permite a los recién contratados empezar con buen pie. Es beneficioso para la organización y para los empleados. Un ejemplo de buenas prácticas en la orientación de nuevos empleados es contar con un plan estructurado a partir de una estrategia que implique a las partes interesadas clave, comprometa a los nuevos empleados y supervise su progreso. Haga que sus nuevos empleados participen en el proceso de orientación para implicarlos mejor. Haga que completen una evaluación antes de la contratación para ayudar a determinar sus necesidades y ajustarlas a las soluciones ofrecidas durante la orientación. Ofrezca a los nuevos empleados la oportunidad de hacer preguntas y conocer a sus compañeros. El programa de orientación debe incluir también una visita al lugar de trabajo